jueves, 28 de marzo de 2013

Anexo Nº6


Misterio y Sacramento


Estar dispuestos para empezar a ver la película durante la clase y terminarla en casa, en compañía de la familia.
Anexo Nº 5

sacramentos de la iglesia católica


http://sacramentoiglesiapostolica.blogspot.com/2009/07/un-breve-resumen.html

BREVE RESUMEN


Relación que existe entre cada uno de estos sacramentos y la Iglesia.

Bautismo: Por el Bautismo somos liberados del pecado y regenerados como hijos de Dios, llegamos a ser miembros de Cristo y somos incorporados a la Iglesia y hechos partícipes de su misión.
Confirmación: Este sacramento une a los bautizados más íntimamente a la Iglesia y los enriquece con una fortaleza especial del Espíritu Santo. De esta manera se comprometen mucho más, a extender y a defender la fe con sus palabras y sus obras.
Eucaristía: “La perfección de la vida espiritual y el fin al que tienden todos lo sacramentos” (S. Tomás de A., s. th. 3, 73, 3). En este sacramento encontraremos de manera substancial a Cristo, Dios y hombre, es por esto que este se hace totalmente presente. Por medio de la comunión recibimos la presencia de Cristo. Por ello Cristo nos une a todos lo fieles en un solo cuerpo: la Iglesia porque Cristo es el cuerpo de la Iglesia.

Penitencia: Los que se acercan a este sacramento obtienen la misericordia de Dios el perdón de los pecados cometidos contra El y, al mismo tiempo se reconcilian con la Iglesia, a la que ofendieron con sus pecados. Ella les mueve a conversión con su amor, su ejemplo y sus oraciones.
Unción de los enfermos: Toda la Iglesia encomienda a los enfermos al Señor sufriente y glorificado para que los alivie y los salve. Incluso los anima a unirse libremente a la pasión y muerte Cristo; contribuir, así, al bien del pueblo de Dios.

Sacramento del orden: "El Orden es el Sacramento gracias al cual la misión confiada por Cristo a sus apóstoles sigue siendo ejercida en la Iglesia hasta el fin de los tiempos, es pues el Sacramento del ministerio apostólico". Comprende tres grados: el episcopado, el presbiterado y el diaconado".
Matrimonio: Los cristianos que se unen en matrimonio lo hacen a través del sacramento, que es símbolo del amor de Cristo a su Iglesia. La Iglesia acoge con cariño a estos creyentes y, a través de la lectura de la palabra de Dios, les recuerda cómo deben vivir su vocación.
Anexo Nº4


CAPÍTULO II; EL SACRAMENTO DE LA JARRA DE BARRO

 Es un jarro de aluminio, de aquel aluminio antiguo, bueno y brillante. Tiene rota el asa, pero esto mismo le da cierto aire de vejez. En él bebieron los once hijos, desde pequeños hasta grandes porque acompañó a la familia en todas sus mudanzas: del campo a la aldea, de la aldea al pueblo, del pueblo a la ciudad... Hubo nacimientos y muertes y el jarro participó de todo, estuvo siempre al lado de todos. Permaneció en la continuidad del misterio de la vida, en la diferencia de situaciones vitales y mortales. Siempre brillante, siempre antiguo, porque sin duda lo era ya cuando entró a casa; viejo con esa vejez que es juventud porque genera y da la vida. El jarro de aluminio, pieza central de la cocina..

Todo lo que se bebe en el jarro es agua. . . Pero es la frescura, la familiaridad, la dulzura, la historia familiar, la reminiscencia de la infancia, lo que sacia la sed. Puede ser cualquier clase de agua, en este jarro sabe siempre buena y fresca. Por eso, en casa todos calman la sed bebiendo de él y todos acompañan el gesto diciendo, como un rito: ¡Qué bueno es beber en este jarro, cómo sabe el agua! Trátese del agua inmunda del río, o de la que se enturbia por el camino, o de la que viene cargada de cloro, gracias al jarro se torna buena, saludable, fresca y dulce.

Un hijo regresa, después de haber recorrido el mundo y de haber estudiado. Llega, besa a la madre, abraza a los hermanos, terminan las tristezas padecidas... Pocas palabras, largas y minuciosas miradas; hay que "beberse" al otro para amarlo: los ojos que "beben" hablan el lenguaje del corazón. Sólo después de mirar largamente, la boca habla superficialidades: ¡Qué fuerte estás! ¡Qué hermoso me pareces! ¡Cómo has crecido! La mirada no dice nada de estas cosas, sino que habla lo inefable del amor: sólo la luz entiende.

"¡Mamá, tengo sed, quiero beber en el jarro!" El hijo ha probado tantas aguas. . . El "acqua de San Pellegrino", las fuentes de Alemania, de Inglaterra, de Francia; el agua buena de Grecia, corrientes cristalinas de los Alpes del Tirol, de las fuentes romanas, agua de San Francisco, agua de Porto-Fino, de Persépolis, de Petrópolis. Tantas aguas. . . Pero ninguna como esta, de la que bebe un jarro lleno, no para calmar la sed del cuerpo -esto lo hacen las otras- sino la sed del arquetipo familiar, la sed de los penates paternos, la sed fraternal, arqueológica, la de las raíces de donde viene la savia de la vida humara. Esta sed sólo la sacia el agua del jarro de aluminio. Bebe sosegadamente, termina con un suspiro hondo,como quien se sumerge y vuelve a la superficie. Después bebe otro,lentamente, para degustar el misterio que el jarro contiene y significa. ¿Por qué el agua del jarro de aluminio es buena y dulce, saludable y fresca? Porque el jarro es un sacramento: el jarro-sacramento le confiere al agua bondad, dulzura, frescor y salud.

1.      ¿QUE ES UN SACRAMENTO?

Hay mucha gente que ya no sabe hoy lo que es un sacramento.

Los antiguos lo sabían bien. Para mí fue un gusto aprenderlo y durante cinco años estudié muchas horas cada día todo lo que se había escrito sobre el sacramento, en las lenguas cristianas, desde los días de la Biblia hasta hoy. Fue una verdadera batalla del espíritu de la que resultaron 552 páginas impresas y publicadas en un libro. Pero este libro no fue el principal resultado. . . Después de tanto esfuerzo, impaciencia, alegría, maldición y bendición, descubrí aquello que siempre había estado a la vista: comprobé lo obvio patente; el sacramento es algo que siempre viví y que todos los hombres viven, pero algo que yo no sabía y que pocos saben. Me volví para contemplar el paisaje que tenía siempre delante de los ojos y pude comprender que lo cotidiano está pleno de sacramentos.

Sobre la arqueología del día-a-día, crecen los sacramentos vivos, vividos, auténticos: el jarro de mi familia, la polenta de mamá, la última colilla de cigarrillo dejado por papá y que alguien guardó con cariño; la vieja mesa de trabajo; una gruesa vela de Navidad; el florero encima de la mesa; aquel trozo de montaña; el camino pedregoso; la antigua casa paterna, etc... Cosas que dejaron de ser cosas para convertirse en gente que habla y cuyo mensaje podemos oír. Poseen una interioridad y un corazón, se convirtieron en sacramento. En otras palabras, son signos que contienen, exhiben, rememoran, visualizan y comunican una realidad diferente de ellos, en ellos presente.

La modernidad vive entre sacramentos pero no posee la apertura ocular capaz de visualizarlos reflejamente. Es porque ve las cosas como cosas, las contempla desde fuera. Si las viese por dentro, percibiría que tienen un requicio por el que entra una luz superior que las ilumina, las torna trasparentes y diáfanas.

Ilustremos todo lo anterior con el ejemplo del sacramento del jarro de agua.

2.      EL JARRO VISTO DESDE FUERA: MIRADA CIENTÍFICA

El jarro que acabamos de describir puede ser visto desde fuera. Es un jarro como cualquiera, probablemente más feo, envejecido y disfuncional. Es de aluminio y esto interesa al físico, en cuanto analiza los componentes de la materia. Un economista puede sacar una serie de informaciones sobre los precios del metal, su extracción, producción, comercialización. El historiador (supongamos que se trata de un jarro del tiempo de Augusto), puede ocuparse en su localización espacio-temporal. El artista quizás lo considere objeto sin valor estético: ningún museo lo recibirá por su carencia de significado. . .

Todos ven el jarro como una cosa y esto es típico de nuestra experiencia actual, especialmente a partir del siglo XV: considerarlo todo como objeto de análisis, objeto de estudio y de ciencia. Sea Dios, el hombre, la historia, la naturaleza, los lanzamos (jetare) frente a nosotros (ob) para penetrarlos con un ojo escrutador y elaborar muchas ciencias acerca de una sola cosa que interesa a varias miradas científicas. Por eso decimos que hoy se sabe cada vez MAS de MENOS. El jarro así analizado es un objeto entre otros tantos, que no hace historia con nadie, ni entró en la vida de ninguna persona.

3.      EL JARRO VISTO DESDE DENTRO: MIRADA SACRAMENTAL

Puede acontecer que alguien se haya prendado de cierto jarro. Porque lo salvó de la sed ardiente del desierto sin fin; o porque, como en mi caso, entró en (a historia personal y familiar. Entonces, el jarro es único en el mundo, no hay ninguno que se le parezca, dejó de ser objeto para convertirse en sujeto (subiectum) y, como todos los sujetos, posee una historia que puede ser contada y recordada. Se dio una relación profunda con el jarro-cosa y esa relación de amor, hizo surgir una mirada que permite descubrir un valor inestimable existente en el jarro. Por eso, la cosa adquirió un nombre, se inscribió dentro del mundo del hombre, comenzó a hablar. . . Habla de infancia, -de la sed tantas veces saciada gracias a él, del agua buscada a los 600 metros de la casa, en un pozo profundo, del agua virginal que nos hacia sufrir en las mañanas de invierno o en las tardes lluviosas, tornándose por eso tanto más preciosa y casta.

El jarro habla de la historia de familiaque siempre acompañó, en vida y en muerte. . . Fue penetrando en el hogar cada vez más, hasta el último hijo cercado de cariño. Y hoy está ahí, hablando todavía y recordando en la fidelidad y la humildad, sirviendo siempre un agua cada vez más fresca y buena... Esta es la visión interior del jarro: relación tenida por alguien con él que lo hace ser sacramento familiar.

Al mirar algo desde fuera, nos concentramos en la cosa, nos arrojamos sobre ella, manipulándola, trasformándola, dejando que la cosa permanezca siendo cosa, objeto del uso y del abuso humanos. Este es el pensar científico de la modernidad, que no es malo, sino apenas diferente. ¿Cómo podríamos ser enemigos de nuestro propio mundo que, gracias a esta mirada científica, nos alarga y nos facilita la vida, nos prolonga la acción de los brazos, de las piernas, de los ojos, como instrumentos portentosos y nos hace cada vez más señores de la naturaleza?

Pero, ¿el hombre es solamente un robot de acciones, un computador de informaciones, un lente micro y macroscópico orientado hacia el mundo? O más bien ¿es un ser capaz de relacionarse humanamente con las cosas, dotado para ver en ellas valores y detectar su sentido?

Al mirar una cosa en su interior, no me concentro en ella, sino en el valor y en el sentido que asume para mí. Deja de ser cosa para transformarse en un símbolo y en una señal que me e-voca situaciones, pro-voca reminiscencias y me convoca hacia el sentido que ella encarna y expresa. Precisamente, sacramento significa esa realidad del mundo que, sin descartarlo, habla de otro, del mundo humano de las vivencias profundas, de los valores incuestionables, del sentido que da plenitud a la vida. Comprender este modo de pensar es abrirse a la acogida de los sacramentos de la fe, que radicalizan los sacramentos naturales en medio de los cuales vivimos lo cotidiano.

El sacramento modifica el mundo: el agua podía ser cualquier agua. .. mas servida y bebida en el jarro-sacramento, para quien entiende y vive la visión interior de las cosas, se convierte en dulce, saludable, fresca y buena, capaz de comunicar vida. Es el lenguaje del misterio que mora en las cosas.

El jarro de aluminio está allá en la cocina, luciendo su tranquila dignidad, entre tantos objetos y cosas domésticas. Está viejo, pero sólo él conserva la perenne juventud de la vida, porque sólo él vive entre cosas muertas; sólo él es sujeto entre tantos objetos; sólo él habla entre tantas cosas mudas; sólo él es sacramento en la sencillez de una cocina familiar.

ACTIVIDAD EN CASA: 

Anexo Nº3

Mapas Conceptuales
¿Qué son los mapas conceptuales?

Son un material sumamente útil para organizar los contenidos vistos durante una unidad.

Los mapas conceptuales son un medio de visualizar conceptos y relaciones jerárquicas entre conceptos.

¿En que contribuyen al aprendizaje?

Contribuyen al desarrollo de habilidades de síntesis y de pensamiento en sistemas. La capacidad humana es muchos más notable para el recuerdo de imágenes visuales que para los detalles concretos.




Con la elaboración de mapas conceptuales se aprovecha esta capacidad 
humana de reconocer pautas en las imágenes para facilitar el aprendizaje y el 
recuerdo.

En su forma más simple, un mapa conceptual constaría tan sólo de dos 
conceptos unidos por una palabra de enlace para formar una proposición.


Los mapas conceptuales tienen por objeto representar relaciones significativas 
entre conceptos en forma de proposiciones. Una proposición consta de dos o 
más términos conceptuales unidos por palabras para formar una unidad 
semántica. «el cielo es azul» representaría un mapa conceptual simple que 
forma una proposición válida referida a los conceptos «cielo» y «azul». Los 
mapas conceptuales tienen por objeto representar relaciones significativas 
entre conceptos en forma de proposiciones.

Los mapas conceptuales deben ser jerárquicos; es decir, los conceptos 
más generales e inclusivos deben situarse en la parte superior del mapa y los 
conceptos progresivamente más específicos y menos inclusivos.

COMO ELABORAR UN MAPA CONCEPTUAL:

Para elaborar un mapa conceptual seguir los siguientes pasos:

• Elija uno o dos párrafos especialmente significativos de un libro o de 
cualquier material impreso, léalo y seleccione los conceptos más 
importantes; es decir aquellos conceptos necesarios para entender el 
significado del texto. Haga una lista con estos conceptos. Identifique cuál 
de ellos es el concepto más importante, cuál es la idea más inclusiva del 
texto.

• Coloque el concepto más inclusivo al principio de una nueva lista 
ordenada de conceptos y vaya disponiendo en ella los restantes 
conceptos de la primera lista hasta que todos los conceptos queden 
ordenados de mayor a menor generalidad e inclusividad.

• Una vez que se ha llegado a este punto, se puede empezar a elaborar 
un mapa conceptual empleando la lista ordenada como guía para 
construir la jerarquía conceptual.

• Busque a continuación relaciones cruzadas entre los conceptos de una
sección del mapa y los de otra parte del "árbol" conceptual.
• La mayor parte de las veces, en los primeros intentos los mapas tienen 
una mala simetría o presentan grupos de conceptos con una localización 
deficiente con respecto a otros conceptos o grupos de conceptos con los 
que están estrechamente relacionados. Muchas veces hay que rehacer 
los mapas para clarificar los conceptos y sus relaciones.


Ejemplo:
Bibliografia:
http://www.educarchile.cl/ntg/planificaccion/1610/article-92175.html
http://www.educarchile.cl/medios/181020041244.doc
http://www.educarchile.cl/medios/articles-80307_DocumentoAdjunto_4.doc
http://www.profes.net/varios/minisites/aprender/contficha.asp?id_contenido=313
&cat=T%E9cnicas+de+s%EDntesis&seccion=Selecci%F3n+de+la+informaci%F3
n


http://escuelas.consumer.es/web/es/aprender_a_aprender/tecnica11/
http://www.javeriana.edu.co/decisiones/mapas.html

Anexo Nº1


2.1. El símbolo, testimonio de un pacto

1. Todo símbolo nos pone en comunicación, en situación de intercambio, nos articula al interior del orden o de la comunidad al cual este símbolo pertenece. Esta comunicación es consecuencia de un pacto o convención más o menos explícita. De la misma manera que cuando decimos que el signo lingüístico es arbitrario, estamos sugiriendo que hay un pacto de por medio: no hay ninguna vinculación natural, necesaria, entre la cosa y el nombre con el que la llamamos. Al referirnos a un ave, podríamos decir cualquier otro nombre, siempre y cuando todos los que hablamos nos hayamos puesto de acuerdo sobre el nombre nuevo para designar lo que hasta ahora hemos llamada ave. Aunque sea implícito, siempre hay un pacto, una convención, entre quienes están implicados en un símbolo.

2. Los símbolos «naturales» no lingüísticos: el agua, el fuego, el viento, la luz, la tierra, la altura, la profundidad, la oscuridad, la derecha, la izquierda…, nos hacen reconocer como humanos, y nos instauran en el orden más amplio de la humanidad. Esto es lo que Jung quería subrayar cuando hablaba de arquetipos simbólicos. Lo que sucede es que este «orden universal de humanidad» nos llega siempre polarizado y mediatizado por una cultura con-creta. El agua, por ejemplo, no tiene la misma jerarquía de connotaciones en una cultura urbana que en una cultura nómada en el desierto o en la estepa. La connotación más importante del agua en una cultura urbana será probablemente la de «limpieza», mientras que en una cultura de desierto será más evidente la de «vida».

3. El pacto nos resulta ya mucho más claro en aquellos símbolos propios de una cultura, de un pueblo: la bandera, la propia lengua sitúan a los miembros del grupo en el interior de un pacto. El orden común de la colombianidad no lo estructura ni una geografía, ni unas leyes o documentos, ni una historia aséptica, sino unos símbolos que han nacido o han hecho vida con el pueblo y con los cuales el pueblo se ha identificado, y lo estructura también la lectura simbólica que el pueblo hace de su geografía, de su historia, de su derecho… Formar parte de una cultura es haber entrado en comunión con sus símbolos.

4. El intercambio de aquellos anillos que llamamos «argollas» es testimonio –en este caso clarísimo– de un pacto, de una comunión.

5. Los signos nos hacen conocer hechos y cosas. Los símbolos nos hacen reconocer a las personas implicadas en ellos: nos asignan un lugar en el orden común al cual pertenece.

6. El símbolo es, finalmente, mediador de identidad. Todos los que se reconocen en un símbolo, todos los que se sienten asignados en un orden concreto (cristiandad, colombianidad, modernidad, aristocracia, derecha o izquierda política…) afirman un nos-otros que comporta dos afirmaciones: una de identificación con un símbolo y con todos los que lo comparten (nos), y otra de diferenciación respecto a los que no se identifican con nuestros símbolos y que pertenecen a un orden o comunidad que no es el nuestro «-otros», delante de los cuales somos diferentes. 

Anexo Nº2

2.3. El símbolo, constitutivo de la persona y del grupo.

1. El hombre es un ser simbólico. «Animal simbólico», lo ha definido E. Cassirer. Es inherente al ser humano expresarse simbólicamente, tanto mediante el sistema simbólico de la lengua, como por medio de acciones corporales simbólicas. El símbolo, más que un elemento decorativo en la existencia del hombre, es un elemento constitutivo, estructurador para toda persona y para todo grupo social.

2. Para poder introducirnos en esta perspectiva antes tenemos que desempalagarnos de la visión instrumentalista del símbolo, del lenguaje de la liturgia… y, en general, de toda ex-presión humana (simbólica, lingüística, litúrgica, artística, etc.).

Hay acciones a las que llamamos instrumentales, y que sirven para hacer o conseguir un objetivo concreto: abrir una puerta, encender un cigarrillo, leer un periódico, explicar un hecho… (No podemos olvidar, asimismo, en toda acción instrumental hay siempre cabida para una dimensión simbólica que podemos subrayar en diferentes grados…, pero la dimensión instrumental es la que predomina y es la que se pretende).

También existen las acciones que llamamos simbólicas o expresivas: son aquellas que «no sirven para nada», de las cuales no sacamos ninguna utilidad concreta: dar un beso, hacer un regalo, tener un detalle para con alguien que apreciamos, poner un objeto decorativo que nos agrade, ponernos un vestido de fiesta… En estas acciones la dimensión simbólica es la predominante, por más que muchas veces esté también presente la dimensión instrumental. Acciones simbólicas expresivas son también: decirle «Te amo» a una persona. La religión, la liturgia, cada sacramento, el hecho de casarse…

3. La idea que solemos tener de esta expresión humana (simbólica, litúrgica…) es la de un instrumento que nos sirve para comunicarnos con los otros: gracias al lenguaje, podemos hacer objetivo –y por tanto comunicable– a los otros nuestro mundo subjetivo, interior. Es como si dijéramos: primeramente somos, tenemos ideas, sentimientos y disposiciones y después, más adelante, cuando lo creemos oportuno y gracias al lenguaje, al símbolo, podemos comunicar a los demás este mundo interior que previamente hemos creado.

El lenguaje, toda expresión, nos sirve, ciertamente, para comunicarnos. Pero las cosas no comienzan aquí. Antes de ser un instrumento de interiorización y de comunicación con los otros, el lenguaje, la expresión, es aquello que nos permite construirnos interiormente. Hablar es el acto que hace posible pensar. No podemos pensar sin lenguaje. El mismo pensamiento ya es un lenguaje interno que nos permite asumir los significados interiores que buscamos. Previamente a la palabra hay solo una vaga intención, mas con el lenguaje (in-terno) esta intención toma forma y contenido.

No habríamos podido pensar aquello que ahora queremos comunicar a los otros si previa-mente el lenguaje (en cuanto palabra interior) no nos hubiese permitido pensarlo. No hubiésemos podido conocer los sentimientos que ahora queremos exteriorizar, si previa-mente el lenguaje no nos los hubiese aclarado. En el proceso evolutivo de nuestra vida individual somos, sentimos y pensamos en la medida en que el lenguaje –la expresión– nos permite ser, sentir y pensar. No es el hombre quien hace el lenguaje, sino que es el lenguaje quien hace al hombre.
De la misma manera nuestros sentimientos no son bien nuestros hasta que no han sido ex-presados, incluso hasta que no los expresamos a alguien. Pensemos, por ejemplo, en el amor. El enamoramiento principia propiamente cuando el muchacho o la muchacha se dan cuenta de que aquello que le pasa es que está enamorado, comienza cuando se lo dice a sí mismo y cuando lo asume.

«Asumir» tiene aquí una importancia fundamental. Nuestros sentimientos más espontáneos, nacidos como son de nuestros impulsos o pulsiones más elementales, se expresan ellos solos y de la manera más natural; nos ruborizamos, temblamos de miedo, nos ponemos blancos de espanto… Pero aquí no hay ninguna expresión humana. Quienes se «expresan» son los sentimientos, no nosotros. Nosotros podemos expresar estos sentimientos cuando los asumimos y los hacemos pasar por el lenguaje, mediante la palabra o el gesto.

4. Todo esto no es más que la constatación de un principio antropológico que no podemos pasar por alto sin peligro: «El hombre no experimenta totalmente una realidad, un valor o una disposición hasta que no llega a expresarlo». Cuando el hombre no expresa aquello que vive o aquello que piensa, sus impresiones pasan a través de él y se le escapan, así no puede llegar a integrarlas como parte vital de su existencia.

5. Toda acción expresiva simbólica instaura un proceso en espiral. Primeramente estructura, clarifica y da cuerpo a una disposición vaga y difusa. Después, en posteriores expresiones, irá consolidando y reafirmando aquello que inicialmente estructuró. Tomemos nueva-mente el ejemplo del amor. El enamoramiento comienza cuando uno se da cuenta de que aquello que le pasa es que está enamorado. Este sentimiento, estructurado inicialmente por una primera impresión interior, si la persona se lo guarda para sí, normalmente tarde o temprano se desvanecerá. Pero si la persona es capaz de ir a aquel de quien se ha enamora-do para decirle: « ¡Te amo!» habrá conseguido que la nueva expresión de sentimiento haga más fuerte este mismo sentimiento, y lo irá haciendo más fuerte cuanto más lo exprese.

Actividad en casa.
Hacer lectura de los anteriores anexos, subrayando los elementos claves, venir dispuest@ para el desarrollo del trabajo en clase.


A continuación se presenta el cronograma de trabajo para el SEGUNDO período de 2013, que inicia el 1 de Abril y va hasta el 6 de Junio, para un total de 10 semanas académicas; como se hizo durante el primer período es importante revisar constantemente las tareas y responsabilidades que se deben hacer previos a las actividades del aula:


TIEMPO
TEMA
RESPONSABILIDAD
MATERIAL
SEMANA 1
El rito
Buscar en internet, revistas o libros narraciones de ritos religiosos (bautismo, matrimonio, entre otros) y profanos (fin de año, cumpleaños, entre otros), traer los escritos impresos para trabajar en clase.
Cuaderno, hoja carta iris (cualquier color), marcadores delgados.
SEMANA 2
 “Acontecimiento simbólico y rito”, trabajo individual esquema conceptual.
Individual: Es importante hacer lectura de los documentos anexos Nº 1 y Nº 2. En clase se dará a cada estudiante una de las dos lecturas y con el subsidio elaborará un mapa conceptual. Anexo No3: ¿Qué es un mapa conceptual?  
Hoja de papel blanca, esfero, lápiz y colores.
SEMANA 3
Los sacramentos
Disposición para desarrollar taller sobre algunos conceptos previos del tema a desarrollar.
Cuaderno y hojas para el desarrollo del taller.
SEMANA 4
Los sacramentos
Individual: Ver el vídeo anexo Nº 4, escoger un sacramento de la Iglesia Católica y elaborar un ensayo (mínimo una página) donde dé cuenta de los signos y símbolos que aparecen en él. Hacer breve descripción del rito.  
Hoja de carta blanca, esfero.
SEMANA 5
Los sacramentos: celebración de la fe.
-       Exposición del profesor.
-       Por grupos preparar una exposición celebrativa-creativa sobre uno de los sacramentos de la Iglesia Católica, tomando en cuenta los elementos vistos en clase y aquellos estudiados en casa.
Aquellos que disponga el grupo que expone.
Preparar en cada uno de los cuadernos de clase.
SEMANA 6
Los sacramentos: celebración de la fe.
Exposiciones de los grupos. Entrega de los cuadernos para revisar lo preparado.
Aquellos que disponga el grupo que expone.
Cuadernos donde se dé cuenta de la preparación del sacramento.
SEMANA 7
Los sacramentos: celebración de la fe.
Exposiciones de los grupos. Entrega de los cuadernos para revisar lo preparado.
Hacer lectura individual en casa del documento Anexo Nº5 (El sacramento del jarro; L. Boff) y desarrollar la actividad presente allí.
Aquellos que disponga el grupo que expone.
Cuadernos donde se dé cuenta de la preparación del sacramento.
Traer el documento impreso y subrayado según actividad en casa.
SEMANA 8
Misterio y Sacramento
Exposición del profesor.
Por grupos se elaborará una propuesta de un sacramental que sea diciente para nuestra realidad actual.
Traer Biblia. Hojas de papel blancas, esfero, lápiz y colores, recortes de revistas o periódicos.
SEMANA 9
Misterio y Sacramento
Ver en clase la película: “Chocolate” Anexo Nº 6
Preguntas en el blog para desarrollar a partir de la película vista en clase.
SEMANA 10
Semana de refuerzo, mejoramiento y profundización.
 Estudiar los temas vistos durante el período.
Apuntes tomados de la clase en el cuaderno.